¿Qué es un peeling químico facial?
El peeling químico facial es un procedimiento no quirúrgico ni invasivo que consiste en aplicar determinados ácidos sobre la piel con el objetivo de lograr la regeneración celular, reduciendo defectos e imperfecciones de la piel.
Una tecnología de vanguardia que ayudará a mejorar la textura de tu piel, eliminando acné, grasas, o líneas de expresión.
Se trata de un método eficaz y seguro con efectos visibles desde el primer tratamiento.
Dependiendo de las necesidades del paciente, el peeling químico facial puede ser superficial, medio o profundo.
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El peeling químico elimina las capas superficiales de la piel, compuestas por células muertas, lo que ayuda a suavizar la piel y mejorar su textura.
Este tratamiento es especialmente efectivo para personas con piel rugosa o con problemas de poros dilatados.
Después del peeling, la piel se siente más tersa, uniforme y con una apariencia más saludable y rejuvenecida.
Uno de los mayores beneficios del peeling químico facial es su capacidad para reducir manchas oscuras, melasma, cicatrices de acné y otras formas de hiperpigmentación.
Al exfoliar la piel y estimular la renovación celular, el peeling ayuda a aclarar el tono de la piel y a desvanecer las manchas, logrando un cutis más uniforme y luminoso.
Uno de los beneficios clave del peeling químico facial es que no solo exfolia la piel, sino que también estimula la producción de colágeno en las capas más profundas.
El colágeno es esencial para mantener la elasticidad y firmeza de la piel, y su aumento contribuye a una mejora visible en la apariencia de la piel con el tiempo.
Esto significa que los beneficios del peeling químico facial no son solo inmediatos, sino que continúan mejorando con el paso del tiempo.
El peeling químico también es efectivo para suavizar las líneas de expresión y arrugas finas, particularmente las que aparecen alrededor de los ojos y la boca.
Al remover la capa superficial de la piel, se promueve la producción de colágeno, lo que contribuye a reducir la profundidad de las arrugas y mejorar la firmeza de la piel, logrando una apariencia más joven y fresca.
Los peelings químicos, especialmente aquellos con ingredientes como el ácido salicílico o el ácido glicólico, son altamente efectivos para tratar el acné activo y minimizar las cicatrices de acné.
Estos ácidos penetran en los poros, eliminan el exceso de grasa y ayudan a prevenir futuros brotes.
Además, el peeling químico facial puede suavizar las cicatrices de acné, mejorando la textura de la piel y reduciendo las marcas visibles.